El robo de la verdad 

SURda

Fernando Moyano

 

"¡Qué cosa grande es este detective! Podrá ser un poco lento para encontrar una pequeñez tal como un elefante extraviado, podrá darle caza durante todo un mes y dormir al lado de su putrefacto esqueleto durante tres semanas, pero lo encontrará por fin..., ¡si es que puede conseguir que los mismos que lo indujeron a sus errores le indiquen el lugar!”  

Mark Twain. El robo del elefante blanco 

Tabaré Vázquez ha convocado a la formación de una "Comisión de Verdad" para encontrar de verdad a los desaparecidos, la verdad sobre su des y a los culpables de verdad. 

Si la cosa no fuese tan trágica y tan vergonzosa, sería para reír. 

Debo de ser una persona muy insensible, porque lo primero que me vino a la mente es el cuento de Mark Twain  "El robo del elefante blanco". Voy a tener el imperdonable mal gusto de empezar resumiendo esta historia. 

El rey de Siam decide regalarle un elefante blanco a la reina Victoria de Inglaterra, un funcionario del relaciones exteriores inglés es el encargado de llevar el presente, al pasar por Nueva York el elefante desaparece. 

Un detective yanqui, el "Inspector  Blunt  " (que significa embotado, obtuso, y a veces también cándido, aburrido) se encarga de la investigación, y comienza haciendo una ficha detallada del elefante, lugar de nacimiento, padres, medidas, rasgos faciales, marcas corporales, hábitos alimenticios y de comportamiento, etc. Un cuerpo de detectives recorre todo el territorio norteamericano buscando al elefante, y mandan telegramas desde todos los confines asegurando que están siguiendo importantes pistas y en cuestión de horas cada uno encontrará seguramente al elefante. 

Al final Blunt propone ofrecer una recompensa de cien mil dólares y transar con los ladrones,y es usual en esos casos que la mitad se reparta entre los detectives. No voy a contar toda la historia, pongo al pie el vínculo para cualquiera que quiera leer el cuento completo, pero no puedo resistirme a reproducir el mensaje cifrado que publica Blunt en la prensa para proponer la negociación. 

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La táctica da sus frutos, el cadáver hediondo del elefante es encontrado al fin en el sótano mismo  de la jefatura de policía de Nueva York, donde los policías van a dormir o socializar con los delincuentes. Los detectives se reparten la parte que les toca, y el pobre funcionario arruinado que tuvo que desembolsar el dinero, y además sin elefante, convertido en mendigo, sigue profesando una admiración inconmovible por ese gran detective que lo encontró. Toda la prensa lo elogia, menos un comentario malévolo que puse en la cita inicial. No sé si ese será un final feliz, pero es más feliz que el de esta otra historia, porque la realidad supera siempre a la ficción. 

"Falta información y en algún lado está. No hay que bajar los brazos   "  , dice Tabaré Vázquez con rostro grave ante las cámaras. 

La primera vez fue tragedia, ahora le tocaría ser farsa. Sin embargo debo confesar que no logro definir una frontera entre lo uno y lo otro. Pongamos solamente algún ejemplo. 

En 2005 el Presidente Tabaré Vázquez emitió una "Orden Formal" a los comandantes en jefe de las fuerzas armadas de aportar información para investigar lo sucedido con los detenidos desaparecidos. Uno de ellos era Enrique Bonelli, después se supo que había sido copiloto en el Segundo Vuelo. El ecomendado de reunir esa información fue Pedro Barneix cuya conclusión fue que no había nada que investigar,  después se supo que además del Segundo Vuelo también participó en la muerte por torturas de Aldo Perrini, en el 74 en Colonia. Ese dato aparece en un documento militar que dice además que el acta del interrogatorio Perrini, “se desvaneció”. En setiembre de 2005 Barneix aportó datos de la ubicación de la tumba de María Claudia García de Gelman. El comandante del ejército Ángel Bertolotti, llevó allí a Macarena Gelman para mostrarle el lugar de la búsqueda. Resultó información falsa, lo mismo que todos los otros datos aportados. Lego de pasar a retiro, Bertollotti fue amonestado por un Tribunal de "Honor" militar por "promesas incumplidas" que habría hecho a militares detenidos, a cambio de información. Ese es el "honor militar", el que tiene honor y el que no lo tiene, los dos venden a su madre; el que tiene honor la entrega. 

Ese es el criterio de honor que usa Eleuterio Fernández Huidobro, actual Ministro de Defensa cuando salió en defensa de Miguel Dalmao, dice que es inocente de la muerte de Nibia Sabalsagaray de la que se lo acusa y sobre del presunto verdadero culpable;  "hay que tener muy poco carácter militar para dejar que un camarada que entonces era un subalterno, que sabe mejor que nadie que no tuvo nada que ver, que se esté comiendo lo que se está comiendo. Es abismal la inmoralidad". 

Como no informa a la justicia sobre la forma en que llega a esa conclusión y tampoco aporta la información que se le requiere, tiene una confrontación con todos los organismos de derechos humanos del país, Tabaré dice entonces que "está nominado", pero no aclara si en el sentido de Gran Hermano o al revés. Como no te digo una cosa tampoco te digo la otra, un gran cambio en el estilo presidencial. 

Pero la propuesta Blunt de negociar la verdad ya había sido hecha por el Pepe, ahora viene hecha por el Papa. Lo novedoso en todo caso es que Tabaré en esta nueva Comisión de Verdad pone a Macarena. 

Este macabro juego seguirá hasta que sea insoportable el hedor de la verdad muerta y podrida que tienen debajo de su nariz. 

 

Pero Blunt ya explicó en su momento toda la esencia del asunto: 

Debemos mostrarle constantemente al público qué estamos haciendo, o creerá que no hacemos nada   . 

http://biblio3.url.edu.gt/Libros/2011/robo_ele.pdf  

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